viernes, 3 de marzo de 2017

LOS ANIMALES DE RAZA NO SE ABANDONAN. ¿SEGURO?



   Que bien quedaría en este salón. Y en el pasillo. Seguro le encantará tomar el sol cada mañana en al balcón. Siempre quise tener uno. Son tan elegantes, con ese pelo y esos ojos amarillos . Además van muy a la suya, no son dependientes, si un día no paso por casa no habrá problema. Son limpios y silenciosos, no tendré problemas con los vecinos. Si ,decidido, no me lo pienso más, lo compro.


Os presentamos a Aslam, un minino tímido como podéis comprobar. Existe la falsa creencia de que si pagas por algo, lo valoras más. Otra que asegura que los animales de raza “pura” nos sufren abandono ni maltrato. Quien tiene un animal de raza, lo tiene en condiciones. Pues Aslam es una de las tantas pruebas de que ninguna de las tres  es cierta. Lástima que las miles de pruebas que tenemos hayan tenido que pasar por esto para que sólo un pequeño porcentaje de la sociedad se de cuenta.
Su historia, una historia más, nos servirá para visibilizar otro gran lastre de la sociedad.
Aslam fue comprado, y poco más de un año después, ya no lo querían. Perdón me he expresado mal…..  Aslam fue comprado y en ese mismo momento ya no era querido.
Aslam realmente nunca ha sido un gato querido, hasta el día que lo abandonaron. Hasta ese día, el de su abandono, fue contemplado como un objeto, un objeto de pura raza sí, pero un objeto. Un objeto que quedaba bien en el salón, en el pasillo y al que seguro le encantó tomar el sol cada mañana en el balcón. Pero nunca llegó a formar parte de nadie, sólo lo hizo de una vivienda
Su responsable ahorró para pagar para poder tenerlo, pero no lo hizo para sus necesidades sanitarias.  Y desconocemos las necesidades etológicas que fueron cubiertas y las que no.
Cuando no tienes apego a “algo” no te cuesta deshacerte de él al primer instante que resulta un engorro cuidarlo.  Por mucha “autojustificación relaja conciencias” que nos quieran contar.  Y así pasó, cuando cambió el color de las cortinas y ya no quedaba tan bien en el salón, lo metieron en un transportín y fueron ofreciéndolo por las calles de Alicante. Daba igual a quien y como, sólo ya no podía volver a casa.
Él tuvo la suerte de no volver a casa, pero si a un hogar. Nos hicimos cargo desde la asociación Cinco Hocicos. Pero no siempre acaba así la historia, lo más habitual es que acabe en manos de alguien a quien también le quede bien en el salón, el pasillo y le entre el sol por la mañana al balcón.  

Ahora llega la segunda parte, la adopción de Aslam, mientras miles de gatos en adopción  son publicados a diario en las redes sociales o distintas plataformas físicas y de internet, sin que absolutamente nadie se fije en ellos, sobre todo porque no tienen ninguna intención de convivir con un gato,  Aslam sin haber tan siquiera pasado la primera hora bajo nuestra responsabilidad, ya teníamos muchos interesados en adoptarlo a él, independientemente de su edad, su estado de salud o sus necesidades.  Sólo importaba lo llamativo que es. Mientras el resto de gatos que custodia Cinco Hocicos son completamente ignorados.

¿De verdad creéis que los criadores realizan una buena labor por que los animales de raza no se abandonan ni maltratan?
Los albergues están llenos de perros y gatos de raza, de cualquier raza.  Están llenos de animales que nunca fueron queridos ni respetados, pero de raza, eso sí.  Están llenos de animales cuya adquisición no fue meditada ni consensuada.
Y sobre todo de animales que están a demasiada disposición de quien realmente no quiere responsabilizarse de un animal. 

No nos engañemos, una raza no te libra del abandono o del maltrato.

MAr Puig