Que bien quedaría
en este salón. Y en el pasillo. Seguro le encantará tomar el sol cada mañana en
al balcón. Siempre quise tener uno. Son tan elegantes, con ese pelo y esos ojos
amarillos . Además van muy a la suya, no son dependientes, si un día no paso
por casa no habrá problema. Son limpios y silenciosos, no tendré problemas con
los vecinos. Si ,decidido, no me lo pienso más, lo compro.
Os presentamos a Aslam, un minino tímido como podéis
comprobar. Existe la falsa creencia de que si pagas por algo, lo valoras más.
Otra que asegura que los animales de raza “pura” nos sufren abandono ni
maltrato. Quien tiene un animal de raza, lo tiene en condiciones. Pues Aslam es
una de las tantas pruebas de que ninguna de las tres es cierta. Lástima que las miles de pruebas
que tenemos hayan tenido que pasar por esto para que sólo un pequeño porcentaje
de la sociedad se de cuenta.
Su historia, una historia más, nos servirá para visibilizar
otro gran lastre de la sociedad.
Aslam fue comprado, y poco más de un año después, ya no lo
querían. Perdón me he expresado mal…..
Aslam fue comprado y en ese mismo momento ya no era querido.
Aslam realmente nunca ha sido un gato querido, hasta el día
que lo abandonaron. Hasta ese día, el de su abandono, fue contemplado como un objeto,
un objeto de pura raza sí, pero un objeto. Un objeto que quedaba bien en el
salón, en el pasillo y al que seguro le encantó tomar el sol cada mañana en el
balcón. Pero nunca llegó a formar parte de nadie, sólo lo hizo de una vivienda
Su responsable ahorró para pagar para poder tenerlo, pero no
lo hizo para sus necesidades sanitarias. Y desconocemos las necesidades etológicas que
fueron cubiertas y las que no.
Cuando no tienes apego a “algo” no te cuesta deshacerte de
él al primer instante que resulta un engorro cuidarlo. Por mucha “autojustificación relaja conciencias”
que nos quieran contar. Y así pasó,
cuando cambió el color de las cortinas y ya no quedaba tan bien en el salón, lo
metieron en un transportín y fueron ofreciéndolo por las calles de Alicante.
Daba igual a quien y como, sólo ya no podía volver a casa.
Él tuvo la suerte de no volver a casa, pero si a un hogar. Nos
hicimos cargo desde la asociación Cinco Hocicos. Pero no siempre acaba así la
historia, lo más habitual es que acabe en manos de alguien a quien también le
quede bien en el salón, el pasillo y le entre el sol por la mañana al balcón.
Ahora llega la segunda parte, la adopción de Aslam, mientras
miles de gatos en adopción son
publicados a diario en las redes sociales o distintas plataformas físicas y de
internet, sin que absolutamente nadie se fije en ellos, sobre todo porque no
tienen ninguna intención de convivir con un gato, Aslam sin haber tan siquiera pasado la primera
hora bajo nuestra responsabilidad, ya teníamos muchos interesados en adoptarlo
a él, independientemente de su edad, su estado de salud o sus necesidades. Sólo importaba lo llamativo que es. Mientras
el resto de gatos que custodia Cinco Hocicos son completamente ignorados.
¿De verdad creéis que los criadores realizan una buena labor
por que los animales de raza no se abandonan ni maltratan?
Los albergues están llenos de perros y gatos de raza, de
cualquier raza. Están llenos de animales
que nunca fueron queridos ni respetados, pero de raza, eso sí. Están llenos de animales cuya adquisición no
fue meditada ni consensuada.
Y sobre todo de animales que están a demasiada disposición
de quien realmente no quiere responsabilizarse de un animal.
No nos engañemos, una raza no te libra del abandono o del
maltrato.
MAr Puig
MAr Puig
Gran verdad. Sea de raza o no abandonamos a nuestros animales. Hace años nosotros adoptamos a una preciosa bóxer que fue comprada por alguien, operada (cuando les cortaban orejas y cola) y luego abandonada, imagino que por que la energía extraordinaria de Sura (así se llamaba mi perra) fue demasiado para sus dueños. Ellos se lo perdieron, nosotros la ganamos. Hace ya 10 años que murió, aún hoy le dedico un pensamiento todos los días.
ResponderEliminarEl gran problema de las razas es que se suelen comprar en su mayor parte por el físico, y se suelen comprar de cachorros cuando la belleza estereotipada roza la perfección. Sin atender a detalles fundamentales como pueden ser sus necesidades del desarrollo tanto físicas como comportamentales. Ahí tenemos gran responsabilidad los veterinarios, que quizás no somos capaces de inculcar en sus responsables la importancia de conocer las necesidades de los nuevos miembros de la familia, una consulta prèvia y asesoramiento acerca de lo que estamos a punto de responsabilizarnos sería lo ideal, la necesidad de acreditar conocimientos y capacidades por parte de los que están a punto de asumir una responsabilidad, quizá eso haría desistir a los que realmente no están concienciados y asegurar el bienestar de los que no pueden decidir, simplemente esperan a sed adquiridos.
ResponderEliminarGran aportación Nacho. Aunque la responsabilidad es del conjunto de la sociedad cierto es que los veterinarios tenéis la capacidad de implantar ese punto de inflexión que empiece a cambiar las cosas de verdad. Desde Cinco Hocicos te animamos a que conozcas nuestro nuevo proyecto. Un punto físico en San Vicente del Raspeig donde, entre otras, pretendemos crear un punto informativo accesible a todas las personas que estén interesadas en adquirir un animal o que acaben de hacerlo. Poner a disposición de todas la información necesaria para entender lo que supone convivir con un animal y las necesidades de estos. Contar con un veterinario en el proyecto seguro le daría mucha más solidez y riqueza en la información, así que ya sabes si te apetece abrir la veda entre los veterinarios para empezar a transmitir otro mensaje a los que acudan a las consultas, que no se limite a las pautas de vacunación, en Cinco Hocicos serás bien recibido.
EliminarSalut.
MAr Puig